Cinco tontos muy tontos


Sergio, Isabel, Ismael, Cristina y yo teníamos que ir a la parroquia Santa Ana y la Esperanza para analizar unos paraboloides elípticos que tiene la iglesia para un proyecto de Geometría Afín y Proyectiva. Como no somos nada previsivos, no se nos ocurrió mirar el horario de apertura, por lo que cuando fuimos el sábado nos encontramos con que justo estaba cerrada ese día. Por esa razón, esta mañana hemos tenido que volver. Mientras esperábamos a algunos integrantes del grupo, un cura, Jesús, se nos ha acercado y nos ha preguntado si estábamos haciendo la confirmación. Le explicamos que éramos estudiantes de arquitectura a lo que nos respondió diciendo que él da misa en la ETSAM todas las mañanas. 

Más tarde hemos entrado y sacado algunas fotos del interior. La verdad es que cuando vi esta parroquia por primera vez me pareció que estaba hecha con bastante mal gusto, pues tiene una forma muy curiosa y todos los materiales constructivos están expuestos (toda ella está hecha de hormigón). Sin embargo, al pasar dentro me sorprendió mucho su interior. Se trata de una iglesia muy espaciosa, con muy buena acústica y una iluminación muy interesante. Además, tiene esos tres paraboloides situados en el ábside que le dan un toque muy característico.

Al salir de la parroquia, el mismo cura nos comentó que Miguel Fisac la hizo para su hija, la cual acababa de morir a los 6 años. Quiso transmitir ese dolor a través de la oscuridad, por lo que, en un primer instante, el interior de esta iglesia sólo estaba iluminado por la parte del ábside, con una iluminación desde arriba. Las vidrieras que ahora la impregnan de luz natural se añadieron más tarde. Además de eso, hay una estatua de la Virgen con Ana, su hija, y la propia iglesia lleva su nombre por petición de Miguel Fisac. Por otra parte, también nos ha comentado que a pesar de ser una iglesia con muy buena acústica, debido a su material de construcción, es una iglesia muy fría en invierno y un horno en verano. Además, tiene algunos problemas constructivos, por lo que tuvieron que reparar los cimientos, ya que se estaba hundiendo. Otro problema que nos ha comentado Jesús es que debido a las canalizaciones para el agua, en ocasiones tienen goteras que no pueden arreglar fácilmente. 

En conclusión, me ha resultado muy interesante escucharle hablar a Jesús sobre esta parroquia. A decir verdad, cuando nos tocó no estaba muy ilusionada, pero gracias a él y a sus explicaciones  he cambiado de opinión. Me alegro mucho de haber podido aprender más sobre ella y tengo ganas de seguir con este proyecto.







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